✅ ATENCIÓN EXTREMA, ESTO ES MUY IMPORTANTE:
Mira, muchas de las emociones, conflictos y bloqueos emocionales, espirituales y de vida que experimentas hoy en día tienen su raíz en las heridas emocionales de la infancia, las cuales casi todo el mundo tiene, y esto, en la mayoría de personas tiene una función brutal a la hora de manifestar:
Si nos hace vibrar bajo será súper complicado el proceso de manifestar cualquier sueño, objetivo o meta, y más fácil atraer situaciones negativas y circunstancias desfavorables a través de esa baja vibración.
Estas 5 heridas (rechazo, abandono, injusticia, humillación y traición) y los tipos de apego que desarrollamos (seguro, ansioso, evitativo o desorganizado), además de las heridas Materna y Paterna, moldean nuestras relaciones, autoestima y, en general, marcan nuestras experiencias y circunstancias durante toda nuestra vida, siempre que no las pongamos solución.
El principal problema es es el siguiente: en la mayoría de las personas estas heridas son subconscientes y la persona no se da cuenta, por lo que aunque conozca la teoría de cómo manifestar, será muy complicado por estas heridas subconscientes.
❌ RECUERDA ESTO: entre el 95% y el 98% de los pensamientos son subconsciente, y esto desencadena emociones, acciones y resultados, por lo tanto:
Es esencial reprogramar tu mente subconsciente y comenzar a sanar por completo cada conflicto que nos haga manifestar en negativo, porque si no, nuestro destino está guiado por los traumas y heridas subconscientes y no lograremos tomar el rumbo de nuestra vida de forma completa.
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SANAR AHORA: las 5 Heridas de la Infancia + Herida Materna y Paterna y los Tipos de APEGO: URGENTE.
✅ ATENCIÓN, PORQUE ES COMPLETAMENTE GRATUITO.
Nuestra infancia deja marcas profundas en la forma en que percibimos el mundo y en cómo nos relacionamos con los demás. Las heridas emocionales que sufrimos y los tipos de apego que desarrollamos en esa etapa temprana de la vida afectan nuestra vida pasada, presente y futura.
Entre las heridas más comunes están las cinco heridas de la infancia:
❌ Herida de rechazo.
❌ Herida de abandono.
❌ Herida de injusticia.
❌ Herida de humillación.
❌ Herida de traición.
Estas heridas están intrínsecamente ligadas a los diferentes estilos de apego:
❌ Apego Ansioso.
❌ Apego Evitativo.
❌ Apego Desorganizado.
✅ Apego Seguro.
Además, las heridas maternas y paternas juegan un papel clave en cómo estas dinámicas se desarrollan y perduran.
Herida de Rechazo.
Esta herida surge cuando un niño se siente no deseado o no valorado, generalmente por uno de los padres. Las personas con esta herida suelen tener dificultades para aceptarse a sí mismas y temen ser rechazadas constantemente, lo que les lleva a evitar la confrontación y el contacto emocional profundo. A menudo se vincula con un estilo de apego evitativo, donde la persona se retira emocionalmente para protegerse.
Herida de Abandono.
El abandono emocional o físico durante la infancia deja una profunda sensación de inseguridad y miedo a la soledad. Las personas con esta herida tienden a tener un apego ansioso, Inseguro o ambivalente, buscando constantemente la validación y la seguridad en los demás, y temen ser abandonadas. Esta herida afecta sus relaciones adultas, ya que pueden ser muy dependientes y demandantes emocionalmente.
Herida de Injusticia.
Los niños que experimentan altos niveles de crítica o expectativas desproporcionadas desarrollan una herida de injusticia. Tienden a sentirse incompetentes o incapaces de estar a la altura de las expectativas, lo que puede llevarles a un perfeccionismo extremo. Esta herida a menudo está relacionada con el apego evitativo o ansioso, dependiendo de cómo se hayan adaptado para sobrellevar la sensación de injusticia.
Herida de Humillación.
Los niños que son ridiculizados o expuestos a la vergüenza desarrollan la herida de humillación. Esta herida genera baja autoestima, y una constante sensación de no ser lo suficientemente buenos. En muchos casos, las personas que padecen esta herida desarrollan un estilo de apego desorganizado o inseguro, y pueden oscilar entre conductas ansiosas y evitativas, dependiendo de su experiencia de vergüenza o rechazo en el pasado.
Herida de Traición.
La herida de traición surge cuando una figura importante para el niño, como un padre o madre, rompe la confianza. Esto lleva a dificultades en confiar en los demás y a una tendencia a controlarlo todo para evitar futuras traiciones. Suele estar vinculado con el apego desorganizado, donde la persona lucha entre acercarse a los demás y la desconfianza,
Tipos de Apego: todo lo que tienes que saber.
El estilo de apego que desarrollamos en la infancia es clave para entender nuestras relaciones adultas. Estos estilos no solo reflejan cómo nos relacionamos con nuestras figuras de cuidado primarias, sino que también predicen cómo interactuamos en nuestras relaciones íntimas, laborales y sociales.
Apego Seguro.
El apego seguro se desarrolla cuando un niño ha experimentado una crianza constante, amorosa y protectora. Los adultos con apego seguro tienden a tener relaciones saludables, equilibradas y una buena autoestima. No temen la intimidad ni la independencia, manejan bien los conflictos y son emocionalmente resilientes.
Apego Inseguro-Ansioso.
Las personas con apego ansioso temen el abandono y la falta de validación emocional. Necesitan constante reafirmación de que son amados y valorados, lo que puede llevarles a ser dependientes y celosos. Este tipo de apego surge cuando los cuidadores fueron inconsistentes en su atención, generando inseguridad en el niño.
Apego Evitativo.
Las personas con apego evitativo aprenden a desconectarse emocionalmente para no sufrir. Evitan la intimidad y pueden parecer fríos o distantes. Este estilo de apego es una respuesta a cuidadores que fueron emocionalmente inaccesibles o que rechazaron las necesidades emocionales del niño.
Apego Desorganizado.
El apego desorganizado es el más complejo, y se caracteriza por una mezcla de comportamientos contradictorios. Las personas pueden desear la cercanía emocional pero, al mismo tiempo, temen ser lastimadas, lo que lleva a relaciones caóticas y ambivalentes. Este tipo de apego suele estar vinculado a traumas graves, como abuso o negligencia, donde la figura de cuidado fue, a la vez, una fuente de miedo y amor.
